Desde hace un tiempo me pregunto, que tenemos en común aquellas personas que tanto nos gusta Enseñar, Educar.. y tantos otros que no se formaron en el ámbito educativo, pero nos brindan sus enseñanzas y experiencias a diario.

Quien no ha participado de alguna clase donde llamaba la atención el Profe o la Seño del cual disfrutábamos escuchar, esa persona que nos motivaba, que nos hacía emocionar. La materia y sus contenidos tomaban otra dinámica, nosotros participábamos a gusto, la clase pasaba volando. Se notaba había algo más en esa persona que no solo educaba, además transmitía algo más.. y se sentía mucho cuando se ausentaba.

Esa emoción puesta al servicio no solo de educar, sino de transmitir eso tan bello y profundo que se va despertando en quienes activamente se prestan a escuchar, ..aglo se percibe por sus miradas.. sus cuerpos se predisponen de otra manera, invitando al mío también.

Ellos (educandos), quienes van reconociendo y valorando ese Plus de Humanidad, luego se encargan de una u otra manera de devolver esa emoción, ese cariño transmitido.. no se lo guardan, sienten la necesidad profunda de manifestarlo y compartirlo.

Si tan solo nos detuviésemos unos instantes a pensar en ese digno proceso de gestación de tal transmisión educativa.. (y que cada vez se extraña mas)… Podríamos ir descubriendo algo de esa inmensidad de matices, que tienen; cada segundo, minutos, horas, días que ese Educador ha puesto la Pasión, su Cuerpo, la intensidad que le genera estar haciendo su trabajo, pero pensando esencialmente en el otro, que algo de eso también se imagina y alimenta sus expectativas.

Cuanta energía a cada instante de preparación, cuantos momentos de incertidumbre, de broncas, vacíos ..cuando algo no se percibe sale a tono de lo que intentamos transmitir, pero aún así lo seguimos intentando, sentimos profundamente que podemos mucho más .. y a veces por más que se muy bueno lo producido, nuestra energía nos desborda y queremos una vuelta de tuerca más, que también nos suele pasar factura cuando nos excedemos.

O como cuando tantas veces observamos o disfrutamos de ese Docente que dedica tiempo extra para hablar con sus alumnos, padres, colegas.. como si algo lo impulsara desde sus profundidades a seguir compartiendo, y no es tiempo que se pierde, sino tiempo donde se gesta vida, se siente vivo, se revitaliza.. principalmente cuando se da ese reconocimiento y respeto mutuo, en un diálogo que se siente sano y constructivo.

Muchas veces destacan de nosotros esa Pasión por compartir, poco habitual, y preguntan de donde sacamos esa energía tan particular..?

Y quizás no exista una respuesta cierta o académica.. Pero una posible podría ser que;

Siento hacer lo que hago, ese Sentir puesto en Acto, entonces lo que Enseño y Transmito llevan en su seno ese Esencial Sentir, que no es mío solo, es de nosotros y es para compartirlo.

Eso Esencial, estaría en cada uno de nosotros a la espera de ser despertado, algo genético, que tiene que ver con esa Pasión que nos llama e invita a Redescubrirnos.

Entonces, tenemos muy presentes a esos Educadores que no solo nos transmitían conocimiento, a la vez nos enriquecen el Alma por como sienten y viven lo que hacen.

Y desde otra perspectiva, son quienes nos despabilan y zamarrean para que no repitamos la historia, sino .. la Vivamos y podamos Recrearla, contarla desde nosotros, así quizás aspiremos a nuevas perspectivas de un futuro mas esperanzador.

Muchas Gracias por llegar hasta Aquí,

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